Tomando en cuenta la definición literal de disidencia como “ubicarse aparte” y también la densidad de sus significaciones en relación a la Guerra Fría, este número de e-misférica ha buscado, desde un principio, captar e interrogar la puesta en escena de resistencia, articulación política y movilización masiva actual. Nuestro trabajo ha sido inspirado por la multiplicidad de sujetos, movimientos, temporalidades y tácticas que han irrumpido, como si fuesen en serie, en el escenario global desde fines del 2010—quizás comenzando con la autoinmolación de Mohamed Bouazizi el 18 de diciembre de ese año que gatilló el alzamiento en Tunisia—y se ha desarrollado al calor de las articulaciones de protesta y movilización social distintivamente locales que han aparecido a través del continente americano desde el 2011. El auge y declive del movimiento Occupy en los Estados Unidos; el retorno de un movimiento estudiantil revigorizado y persistente en Chile; el reclamo de los indignados en España y el #yosoy132 en México; la creciente visibilidad de voces disidentes en Cuba; la reemergencia del movimiento Zapatista en la esfera pública mexicana y mundial; la irrupción de protestas callejeras multi-sectoriales a nivel nacional en Brasil; y el creciente impacto de Wikileaks y las revelaciones hechas por Edward Snowden, han transformado los paisajes del poder y la resistencia en gran parte del hemisferio. Vinculados por su contemporaneidad y no por la causalidad, estos singulares eventos y movimientos han, con distintos grados de éxito, desafiado las modalidades del poder a nivel nacional y transnacional. Actualmente, las velocidades y líneas de fuga de estas prácticas están a la par o ya superan las velocidades del capital global, en sus registros digitales e incorporados y a toda escala.
Este número de ninguna forma es un intento de captar la “disidencia” contemporánea en todas sus formas. Más bien, utilizamos la noción de disidencia para refractar la complejidad analítica y lo que está en juego políticamente en este momento. Como palabra clave, la disidencia es útil porque trae a colación los antagonismos Izquierda-Derecha osificados de la Guerra Fría y a la vez, nos permite preguntarnos sobre las formas en que los movimientos actuales se acoplan, quebrantan o transcienden estos legados políticos. También entendemos la disidencia como una postura, un punto de partida, que rechaza dichos debates y categorías y que, al contrario, abre nuevos espacio para lo que Néstor Perlongher llamó los devenires minoritarios. “Devenir no es transformarse en otro”, nos dice Perlongher, “sino entrar en alianza (aberrante), en contagio, en inmistión con el (lo) diferente”. Devenir no es el movimiento de un punto a otro, si no la entrada a ese entremedio que esta en el medio. En su ensayo, Colectivo Situaciones siguen esta pista: “El disidente no se encuentra en estado de debate, sino de minorización: su sensibilidad y su modo de pensar—en ese sentido, de vivir—no acaban de cuajar con la realidad instituida y mediatizada a la vez que conecta con otras dinámicas subterráneas pero no marginales”. “No entender”, escribe Orlando Luis Pardo Lazo sobre los cubanos, haciendo un gesto también a la disidencia en general “es un acto supremo de insubordinación, de subvertir las señales del consenso, de ser en definitiva, sujetos al margen de toda lógica y toda gobernabilidad”.
Si nos imaginamos las prácticas y los hechos de estos últimos tiempos como devenires múltiples (como lo que Perlongher también llama “partículas de turbulencia” en una revolución molecular), podemos verlos operando en los límites del habla y la acción performativa, precisamente en el sentido que estos hacen presente lo que enuncian con el fin de perturbar e invertir las condiciones de su propia enunciación. Este fluido escenario, en las palabras de Diana Taylor, está lleno de “animativos,” esos comportamientos incorporados y usualmente cotidianos y poco espectaculares, que sin embargo animan sujetos y animan—dan vida, espíritu y identidad a—las conexiones afectivas que los vinculan. Benjamín Arditi los ve, quizás en su registro más optimista, como “performativos políticos” que “anticipan algo por venir a medida en que los participantes empiezan a experimentar—conforme comienzan a vivir—aquello por lo que luchan mientras luchan por ello”.
En este número, invitamos a los lectores a desplazarse a través de las muchas líneas de fuga sugeridas por los artistas y los autores aquí reunidos, e imaginarse con ellos los horizontes de acción y sentido a los que apuntan.
disidencia: frente al desorden de las cajas abiertas—méxico, breve y precario mapa de lo imposible
Rossana Reguillo
disidencia: hacia una topografía inconclusa
Verónica Gago and Diego Sztulwark
los devenires minoritarios
Néstor Perlongher
imágenes del día antes
Orlando Luis Pardo Lazo
from the networks to the public square: web 2.0 and the new wave of global protests
Guiomar Rovira Sancho
las políticas de la pasión
Diana Taylor
las insurgencias no tienen un plan, ellas son el plan—performativos políticos y mediadores evanescentes
Benjamín Arditi
Dossier
disidencia y feminismo comunitario
Julieta Paredes
interview with ernesto laclau
Jessica Gordon-Burroughs and Luciano Piazza
entrevista con CAMILA VALLEJO AND NOAM TITELMAN
ARTISTIC STRATEGIES IN POLITICS AND POLITICAL STRATEGIES IN ART
Chantal Mouffe
chile en marcha: literatura, música y movimiento estudiantil
Rubí Carreño
la última reyna
Olga Rodríguez-Ulloa
fiesta politics: dissidence as an act of harmony
Ángela Marino
cuban dissidence in the age of political simulacra
Coco Fusco
no hay cuerpo sin ficción
Felipe Rivas San Martín and Jorge Díaz Fuentes
#occupytryptich
Marcial Godoy-Anativia
zapantera negra
Emory Douglas and Caleb Duarte
omni zona franca
Zoya Kocur
capital fictions: the literature of latin america's export age por ericka beckman
Jean Franco
los pies en el camino por diego starosta and mauro oliver
Cármen Campanario
memoria y autobiografía. exploraciones en los límites por leonor arfuch
María Stegmayer
por un feminismo sin mujeres editado por jorge díaz
Sayak Valencia
Av. independencia: literatura, música e ideas de chile disidente por rubí carreño
Isabel Baboun-Garib
piedra por regina josé galindo
Lilian Mengesha
pinkolandia por andrea thome
Gwendolyn Alker
home/sick por the assembly
Sarah Lucie
Claudia Marín Inclán
POR AMOR A LA DISIDENCIA.HCMC-PUXADOR [HCMC-JALADOR] por LAURA LIMA
Mireillie Alelí Lázaro Cortés
museo coreográfico de colombia: hojas de vida
Diana Ospina
Brass Liberation orchestra
Natalie Goodnow
Instrucciones para abrazar el aire por grupo de teatro malayerba
Leticia Robles-Moreno
sex in the city
Alison Fraunhar