Introducción
Mesa redonda “Sexualidades y política: aproximaciones performativas” (16 de Agosto de 2005
Antonio Prieto Stambaugh
Pocas veces en México se da la oportunidad de reunir a artistas y académicos/as en una misma mesa de debate; en el caso que nos ocupa aquí, además hay que agregar la singularidad de realizar dicho debate en torno a un polémico tríptico: sexualidad, performance y política.
Dicha mesa fue organizada conjuntamente por el Centro de Investigaciones Escénicas de Yucatán (CINEY) junto con el Programa Universitario de Estudios del Género de la UNAM (PUEG) y se llevó a cabo el martes 16 de agosto del 2005.
La reunión tuvo como finalidad crear un foro de debate en torno a las políticas de la sexualidad y la sexualidad de la política dentro de diversas expresiones performativas. Marisa Belausteguigoitia, directora del PUEG, y Antonio Prieto, director del CINEY, convocamos a siete personas del ámbito tanto académico como artístico para abordar el tema desde distintos ángulos: la antropología, la lingüística, los estudios culturales, el teatro y el arte acción o performance.
Los participantes fueron, en orden alfabético:
Raquel Araujo: Creadora teatral, fundadora del grupo La Rendija y directora del departamento de Artes Escénicas de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY).
Marisa Belausteguigoitia: Doctora en Estudios Étnicos por la Universidad de Berkeley, co-editora del libro Géneros prófugos. Feminismo y educación (PUEG-UNAM). Directora del Programa Universitario de Estudios de Género.
Porfirio Miguel Hernández: Maestro en Antropología Social por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Investigador en estudios sobre diversidad sexual y autor de varios artículos y ensayos sobre el tema. Es profesor de asignatura en la Universidad del Valle de México y colaborador del suplemento cultural La Jornada Semanal.
Concepción León: Creadora teatral de Yucatán, autora, directora y actriz en diversos montajes incluyendo su más reciente trabajo: Mestiza power.
Mónica Mayer: Artista y crítica en el campo del performance y el arte conceptual. Fue fundadora con Maris Bustamante del grupo de arte feminista Polvo de Gallina negra y con Víctor Lerma del proyecto Pinto mi Raya. Es codirectora del archivo hemerográfico Pinto mi Raya y editora de la revista virtual La Pala. Autora de Rosa chillante: mujeres y performance, reseñada en este número de e-misférica.
Hortensia Moreno: Editora, periodista y profesora universitaria. Autora de diversos ensayos y novelas con enfoque de género y clase social, miembro fundador e integrante del comité editorial de la revista Debate feminista. Coordina el proyecto “Semiótica del género” dentro del PUEG.
Antonio Prieto: Maestro en Estudios de Performance por la Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York (NYU) y Doctor en Estudios Latinoamericanos por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Autor de diversos ensayos sobre performance art, teatro y género. Director del Centro de Investigaciones Escénicas de Yucatán. Prieto fungió como presentador y moderador de la mesa.
Ana Cristina Ramírez: Profesora en la Facultad de Filosofía, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Licenciada en Filosofía y Doctora en Antropología Social por parte del Centro de Estudios Antropológicos de El Colegio de Michoacán con la tesis El juego del valor. Varones, mujeres y bestias en la charrería en Morelia 1923-2003. Coordina el Seminario permanente de Estudios sobre tauromaquias y juegos a caballo.
Ema Villanueva: artista de performance, fundadora, junto con Eduardo Flores, de EDEMA-Colaboratorio (2000-2003). Su trabajo aborda la confluencia de cuerpo, sexualidad y política.
La convocatoria de la mesa propuso explorar cómo la categoría de género nos puede ayudar al abordaje de los discursos y las prácticas de la sexualidad en sus dimensiones performativas. Si, como sugirió Foucault, la historia de la sexualidad está construida por prácticas discursivas mediadas por la ecuación poder/saber, planteamos a manera de preguntas iniciales ¿cómo puede el sujeto ejercer agencia dentro de ese sistema? ¿qué prácticas performativas permiten dicho ejercicio? Otras preguntas relacionadas fueron: ¿Cómo se refuerzan, o bien subvierten los esquemas normativos de género mediante el performance de la sexualidad? y, ante las presiones de la globalización neoliberal y de la nueva derecha, ¿a qué nuevos mecanismos políticos de vigilancia y control se encuentran sujetas las prácticas sexuales?
Propusimos, pues, explorar las diversas formas de ejercer el poder político desde las esferas tanto hegemónicas como subalternas, entendiendo dicho ejercicio como un performance sujeto a negociaciones y lecturas encontradas.
La respuesta fue muy entusiasta, y nos llegaron ponencias extremadamente provocadoras. Algunas de las personas participantes eligieron un enfoque teórico, otras, uno que se basó en su propia experiencia artística. Los lenguajes y referentes conceptuales en ocasiones entraron en tensión, pero finalmente el debate transversal entre académicas/os y artistas se logró con bastante éxito. Los temas, aunque diversos, tuvieron en común el cuestionamiento de las prácticas institucionales sobre los cuerpos, así como la posibilidad de los sujetos por actuar su sexualidad en una dimensión política, potencialmente desestabilizadora del poder. Como artistas, Araujo, León, Mayer y Villanueva abordaron el debate no sólo desde sus experiencias creativas, sino también desde su posición como mujeres que trabajan en los márgenes del mundo artístico, mujeres contestatarias y críticas al fin. Por su parte, Hernández y Moreno abordaron las Marchas de Orgullo LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero) desde dos perspectivas, el primero desde su expresión gestual y performativa, mientras que Moreno teorizó las marchas a partir de una revisión crítica de la teoría de los actos del habla. Ramírez abordó las incongruencias y ambigüedades dentro de la representación, tanto literaria como pictórica, de la mítica Eréndira, indígena purhépecha que se enfrentó a los conquistadores españoles montada a caballo (su ensayo se publicó en este número de e-misférica. Finalmente, Belausteguigoitia intervino de manera provocadora realizando una serie de preguntas sobre la posición que adoptan frente a la ley los cuerpos marginados de las mujeres expuestas al homicidio en Ciudad Juárez (en la frontera norte de México), o de los indígenas chiapanecos en la frontera sur.
Estas intervenciones estuvieron acompañadas de dos intensas rondas de debate que generaron más preguntas que respuestas. Por ello, vimos la necesidad de continuar la discusión cada año mediante un Seminario Permanente de sexualidad y performance.
Quiero agradecer a Claudia Itzel Figueroa y a Patricia Piñones, quienes coordinaron la mesa desde el PUEG, y a Ana Marrufo del CINEY su asistencia en la transcripción.